I CAPÍTULO
No sé cómo empezar esto, en fin.Hoy, Sábado, 6 de diciembre, empiezo a grabar mi primer disco.
Lo estoy escribiendo, y no acabo de creérmelo.Todo lo que he vivido hasta llegar a este momento.Las noches que he soñado con que llegara este instante, las lágrimas que he derramado deseando este minuto de gloria que haría de mi vida un lugar feliz para siempre, pensando que tal vez no llegaría…La cantidad de personas que he conocido y las experiencias que he tenido que vivir hasta llegar aquí, no las cambiaría por nada del mundo.
Las mil y una historias que llegué a crear en mi cabeza de cómo podría ser este momento, y ha llegado, no me lo creo, y me lo creo a la vez más que nunca.
Hoy me he levantado con un nudo en el estómago que casi me hace vomitar de lo nerviosa que me siento. No sé, es como el primer día de colegio o algo así, pero diferente.
Es el sueño de toda mi vida.
He tenido 26 años para madurar esta idea de no saber vivir sin la música, con el pensamiento constante de que no hay nada que me haga más feliz y que llene más mi corazón que cantar y sentir lo que canto. No hay nada que lo pueda sustituir, sencillamente es eso.Es entregarse, es todo amor, todo corazón.
Hoy será un día inolvidable en mi vida, y también sé que lo será para todos los que participamos en este proyecto, porque desde el principio nos hemos entregado cada uno, aportando nuestra parte más esencial y más personal, para hacerlo auténtico y verdadero. No para nadie, sino al servicio de nosotros mismos.El número de veces que habré charlado con mis amigos acerca de esto, de cuánto lo deseaba y lo desdichada que me sentía por no alcanzarlo, por no dedicarle todo el tiempo que quería realmente a la música.
Parece mentira que me esté sucediendo a mí, no sé a quién narices darle las gracias, pero aún así gracias igualmente, a todos:
A los que pensaban que no tenía nada especial que ofrecer, porque así me reafirmaba en mis pensamientos a pesar de no querer escuchar aquello, siempre me hacía sentir más coraje, y decirme a mí misma que sí que podía ser, que, ¿por qué no?, ¿por qué no iba a poder pasarme a mi?, ¿Por qué me lo iba a perder?.
Gracias a las personas que sin más creían firmemente en mí, porque siempre me animaban a seguir, y a que dejara a un lado la idea absurda de que estaba cometiendo un error gastando el tiempo en lograr este sueño, que como ya dije es mi realidad diaria.Gracias a los que sencillamente me ignoraron, porque conseguían que me esforzara en que no lo hicieran, en que fuera mejor, lo suficiente como para que al escucharme levantasen la vista, aunque sólo fuera por curiosidad. Gracias a mi familia por mostrarse escépticos con este mundo en el que ahora estoy, me prepararon para muchas cosas que me han sucedido, y me enseñaron a aspirar a lo mejor para mí misma, trabajando en valores como la constancia, la humildad, y sobre todo a ser fiel a mí misma, aunque no hayan sido conscientes de ello.
Es curioso, todo esto, este día, me hace pensar bastante,…en miles de cosas. Ha merecido la pena, mucho, muchísimo. Siempre tuve miedo de perderme este momento, pero gracias a las circunstancias que han rodeado mi vida y también gracias a la herencia de ser tan cabezota, este día no me lo pierdo por nada del mundo. Por nada del mundo dejaré que este momento pase desapercibido ni por mí, ni por nadie.Por eso quiero compartirlo con todos vosotros.
Gracias a todas las personas que me han hecho sufrir con la música, tratando de negarla en mi vida, tachándola de inútil y absurda, porque me han hecho más fuerte, sin esas experiencias seguiría en una nube.Gracias a mi profesora de Inglés de la E.G.B., Ana, porque me hiciste apreciar buena música desde muy pequeña.
Gracias a mi tutora de la E.G.B., Manoli, con tu carácter me enseñaste mucho de lo que quería para mi vida.
Gracias a Risto por ese instante que cambió mi vida, justo cuando más lo necesitaba.
Recuerdo que la primera canción con sentido que canté a la guitarra fue “Blue Moon”, curiosamente me la enseñó mi padre, gracias papá. Gracias mamá por cantar junto a él, porque me inspirabas para hacerlo yo, y la música al fin y al cabo es hoy el motivo que me mueve a ser feliz y a querer ser mejor.
Incluso gracias al programa, sin él no cabría este día en mi vida, o tal vez cupiese de otra forma totalmente diferente.Lo que quiero decir con todo esto, es que si no me hubiese costado tanto tiempo, esfuerzo, y momentos de desesperación, tal vez, sólo tal vez, no tendría este sabor que tiene ahora, y por todo ello, me siento infinitamente agradecida.
Hoy será un día eterno. No me lo perdería por nada del mundo.
Besos!.
